“Me llamo Carlos, vine a los Estados Unidos cuando tenía 19 años, justo cuando me gradué de bachillerato. Vivía con mis papas y abuelos en una misma casa en Patulul, Suchitepequez. Sabiendo que en Guatemala no tenía oportunidad de salir adelante decidí venirme a los Estados Unidos aprovechando que mi tía vivía acá. Aun tengo a mis padres, a quien un día me prometí darles un lugar propio y digno donde vivir, gracias a mi trabajo pude cumplir ese sueño y aunque no los he visto en 18 años siempre los tengo en mi mente y corazón. Como guatemalteco no he perdido las costumbres que me inculcaron desde pequeño, hoy tengo un hijo que nació fuera de Guatemala y junto a mi esposa tenemos ilusión de presentarlo a la familia, es imposible que viajemos a nuestro país por la situación migratoria que tenemos, por lo mismo decidimos que mi hijo sea bautizado en Guatemala, mi sobrina será la encargada de llevarlo y presentarlo, estoy ilusionado porque este momento llegue pronto, si yo no tengo oportunidad de abrazar a mis padres que lo pueda hacer mi hijo pequeño, deseo sembrar en él la importancia que tiene mi familia en nuestras vidas.Uno de mís mayores anhelos es regresar a Guatemala y poder disfrutarme a mi familia, a mis padres.”